En ocasiones cuando nos miramos al espejo y no nos sentimos bien con nosotros mismos, pensamos en buscar culpables sobre ese sentimiento, lo que hace que nos planteemos que son nuestras imperfecciones las que nos lo generan o la sociedad que nos hace prisioneros a la hora de cuidar nuestra imagen. Debemos depilarnos, perder peso, maquillarnos, llevar la manicura perfecta pero realmente la culpa no es de la sociedad, ni de tus imperfecciones, ni del poco tiempo del que dispones para hacerlo, somos nosotros mismos los dueños de nuestras decisiones, de cómo queremos sentirnos o vernos delante del espejo.
Cuando nos sentimos bien, somos capaces de hacer todo lo que nos proponemos, vamos más seguros a la entrevista de trabajo, nos desenvolvemos mejor socialmente, perdemos un poco esa timidez con la que luchamos a diario, sentimos esas ganas de dar lo mejor de nosotros, por qué nos queremos y nos respetamos.
El primer paso para sentirte bien
Valora y aprecia tu cuerpo, en vez de obcecarte en las partes de tu que no te gustan, como puede ser tu nariz, tu pecho, tus piernas… Lo ideal será centrarte en lo que si te gusta de él, tus ojos, tus labios, tus manos… haz que esos rasgos de tu cuerpo sepan que te gustan, potencia tus puntos fuertes, las imperfecciones quedarán disimuladas.
Todas las personal shopper cuando dan pequeños tips sobre cómo vestir acorde con cada cuerpo, nos dan pequeños trucos ópticos, por ejemplo: si quiero parecer más alta, el uso de ropa con estampado de rayas verticales, hará que mi figura se vea más estilizada y parecerá que he ganado unos cm.
Lo mismo pasa con nuestra cara y cuerpo, si te gusta maquillarte como las modelos que aparecen en los tutoriales pero odias tu piel por que el maquillaje no se fija bien o no logras tapar con base el tamaño de tus poros lo que tendrás que hacer es empezar a cuidar tu piel como si fuese un lienzo sobre el que empezar a pintar, es decir, si regulas el exceso de grasa que nos genera brillo con una crema adecuada, limpiamos bien los poros a diario y mantenemos un buen estado de hidratación, conseguiremos que nuestro maquillaje luzca muchísimo mejor, nos maquillaremos con más frecuencia por que disfrutamos haciéndolo y nos sentimos favorecidas con el resultado, sintiéndonos bien con nosotros mismos.
Segundo paso
Eliminar de tu vida los falsos mitos sobre belleza, empieza hacer caso a los profesionales de los centros de estética, ellos han estudiado la anatomía del cuerpo, la composición de las cremas, el cuidado de la piel, créeme sabrán asesorarte mejor que la mejor publicidad que haya en el mercado.
- Los anticelulíticos y reductores funcionan.
Falso. El 99% de las mujeres tiene celulitis y, desgraciadamente, no hay ningún cosmético que la mejore. Tampoco se ha demostrado que una crema sea capaz de reducir la grasa. En este caso lo mejor será acudir a un centro de estética y que te asesoren sobre los tratamientos o pautas alimenticias que pueden ayudar a mejorar la celulitis.
- Las puntas abiertas se pueden reparar.
Falso. Una vez que se han abierto es imposible, están rotas, no se pueden reparar ni cerrar porque la cutícula del cabello ya está dañada. ¿El mejor tratamiento? Acudir a tu peluquería y cortar las puntas con regularidad para mantener la melena sana.
- Hay cremas que reducen los poros.
Falso. Los poros tienen el tamaño que tienen, no se pueden modificar. Pero el ácido salicílico los mantendrán limpios y, a la vista, parecerán más pequeños, si realmente quieres mejorar el aspecto de tus poros, realiza limpiezas mensuales a base de ultrasonidos, no dañan tu piel, no te llevarán mucho tiempo en cabina y son muy asequibles.
- La barriga solo se baja con abdominales.
Si ese es tu objetivo, lo primero es seguir una dieta equilibrada, después hacer ejercicio aeróbico de forma continuada y con intensidad moderada. Y solo cuando hayas perdido el exceso de grasa, es el momento de trabajar los músculos con abdominales. Antes no, porque cuando hay grasa en el tejido subcutáneo (que da prominencia a la zona), hacer abdominales sin un trabajo aeróbico (que degrade grasas), lo único que produce es más volumen.
Como ves, muchas veces ponemos todas nuestras expectativas en una crema o en un maquillaje que hemos visto en internet y como la modelo que lo anuncia es guapa y tiene buen tipo pensamos que milagrosamente por comprarla y utilizarla durante unos meses vamos conseguir los mismos resultados, consiguiendo desmoralizarnos por qué no hemos visto ningún resultado y encima hemos gastado dinero e ilusión en ello.
Tercer paso
La pequeña reflexión que quiero que hagas, es que te olvides de gastarte dinero en productos y soluciones instantáneas que lo único que hacen es hacernos creer que nos sentiremos igual de bellas que las mujeres que lo publicitan.
Tú no quieres ser como la modelo del anuncio, tú quieres ser tu misma pero con la seguridad y espontaneidad que ella tiene, seguramente esa modelo antes de ponerse delante de una cámara tuvo los mismos sentimientos de culpabilidad por querer parecerse a otras muchas modelos y compararse con ellas pero en el momento que empezó a dedicarse tiempo a sí misma, potenciado sus puntos fuertes y reforzando su seguridad sabía que iba poder ser y hacer todo lo que se propusiese.
La única forma de verte y sentirte bien delante de cualquier espejo es sabiendo quien eres, lo que vales y potenciando cada día el deseo de ser la mejor versión de ti misma tanto por fuera como por dentro.